Es común en esta época hablar de ansiedad, escuchamos diariamente frases como: “he estado muy ansioso” o “eso me genera angustia”, y de igual forma escuchamos de personas que están siendo tratadas por psicología o psiquiatría por ansiedad. Pero entonces la duda que frecuentemente invade a algunas personas que nos consultan es: cuando se habla de ansiedad, ¿es una emoción “normal” o se trata de una enfermedad? La respuesta a este interrogante es que la ansiedad es un poco de ambas.
¿Qué es la ansiedad?
En general es una emoción natural para el ser humano, así como otras emociones que también existen y son necesarias como la tristeza, la rabia o la alegría. La ansiedad es en sí misma una derivación del miedo que, a su vez, aparece frente a posibles amenazas identificadas por el cerebro o ante la incertidumbre. Es por esto que, al no saber qué va a pasar en un contexto específico, puede aparecer temor y a su vez ansiedad. Lo anterior también explicaría el porqué al sentir que algo puede ser una amenaza aparece angustia, que también es un sinónimo de esta enfermedad.
Por otro lado, los trastornos de la ansiedad son enfermedades mentales cuya base principal también es el miedo en exceso o muy duradero. Este genera sufrimiento y altera la capacidad de la persona de funcionar en diferentes contextos: social, laboral, académico, entre otros. El apellido del trastorno se lo da el foco principal de temor, entonces, si la preocupación es frente a contextos de socialización se le llama ansiedad social, si es temor a situaciones relacionadas con la salud se le llama ansiedad por enfermedad, si es a múltiples situaciones se le llama ansiedad generalizada y así sucesivamente.
Principales síntomas
Una duda frecuente es si la ansiedad es igual a comer mucho o a moverse en exceso, y si bien es cierto que pueden estar presentes algunas alteraciones físicas asociadas a la angustia en diferentes funciones corporales como la alimentación o el sueño, la ansiedad también puede manifestarse con síntomas en diferentes órganos y sistemas, tales como palpitaciones, dificultad para respirar, diarrea, vómito, náuseas, mareo, temblor, sudoración, palidez o enrojecimiento de la piel, sensación de extrañeza frente al mundo, inquietud motora, entre otros.
De igual modo, cuando una persona sufre ansiedad, su forma de pensar se verá alterada con una tendencia a pensar a futuro de forma negativa, lo que se conoce como catastrofización, es decir, el sobre pensar en las preocupaciones y a actuar en concordancia con estos temores buscando minimizarlos.
Recomendaciones para evitar la ansiedad
Después de conocer la diferencia entre ansiedad como emoción y como trastorno, algunas de las recomendaciones que damos los profesionales de salud mental para evitar que la angustia o el miedo avancen a una enfermedad son las siguientes:
- Tener rutinas establecidas de sueño y alimentación para disminuir la vulnerabilidad frente a crisis emocionales.
- Realizar ejercicio aeróbico durante al menos 30 minutos por sesión puede disminuir las tasas de estrés y mejorar la salud física y mental. Es ideal realizarlo de tres a cuatro veces por semana.
- Respetar horarios laborales o académicos, pues el exceso de carga en una sola actividad puede aumentar la ansiedad y hacer que haya menos efectividad en las tareas que se realizan.
- Asegurarse de cuidar de la salud en general, ya que una persona con enfermedades físicas tendrá mayor posibilidad de ver un deterioro en su salud mental.
- Tomar adecuadamente los medicamentos indicados por sus médicos.
- Evitar el exceso de cafeína, pues puede activar algunas funciones corporales que en ocasiones pueden malinterpretarse por el cerebro como una reactivación de la ansiedad y de esa forma desencadenar, a su vez, angustia paradójicamente.
- Evitar el consumo de drogas y alcohol que por sí mismos pueden generar nuevas crisis de ansiedad en personas que sean vulnerables.
Finalmente, no está de más hacer énfasis que si existe un trastorno de ansiedad establecido, es necesario consultar con un profesional en salud mental. Si crees que necesitas ayuda con algunos síntomas ansiosos, no dudes en solicitar consulta con alguno de nuestros profesionales comunicándote al 322 538 7265 o escribiendo a contacto@terapiadialectica.com
Rommel Andrade-Carrillo – médico-psiquiatra, terapeuta Dialéctica Terapia
